Me gusta empastar el papel jaspeado, obtiene más resistencia pero no se hace difícil trabajar con él. El procedimiento es igual a cualquier otra encuadernación de tapa suelta, hay algunos detalles que me sirven para trabajar mejor: Antes de empastar, rocío un poco de agua con un spray tanto el jaspeado por detrás como el papel que voy a unirle, así reacciona antes de aplicarle la cola ligera y no se alabea mucho. la misma operación hago cuando voy a pegar el papel a las tapas, luego aplico la cola. Las esquinas me gusta hacerlas en tela no vista. Al terminar aplico el barniz incoloro con un pincel plano sintético en buen estado para que no se hagan surcos, lo lavo después de cada aplicación, ese sobrante de agua permite que el barniz corra mejor por el papel y no produzca relieve. El resultado es impecable. En las medias telas con papel jaspeado en planos también lo hago y saca el color y los matices.
En las obras con el lomo estrecho o en cuadernos en blanco colocamos el tejuelo al estilo oriental: en el plano delantero como se observa aquí abajo jugando con la tipografía.
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